A más oro, menos reposo

Esta frase anónima me recordó la historia de la mujer cuyo apellido se inserta en la historia de las calles de esta ciudad francesa. Me estoy refiriendo a Poitiers, situada en la zona de Francia central, en la región de Nueva Aquitania y cuya parada es obligada para visitar todos sus restos románicos y parar a disfrutar de la vida en una de sus terrazas.

poitiers (1)En concreto, me refiero a Diana de Poitiers, duquesa de Valentinois y de Étampes (1500-1566)  fue una importante figura aristocrática de la Francia del siglo XVI, además de ser la más notable amante del rey Enrique II de Francia. Pero, su vida fue mucho más allá. Cuando se queda viuda, se reinventa a sí misma: su modelo a seguir sería Artemisa, hija del rey de Halicarnaso; tomó el blanco y el negro como sus colores básicos; en su escudo incluyó la antorcha invertida, símbolo de las viudas y honró a su esposo desaparecido con un mausoleo en la capilla del castillo de Anet. Diana superaba en más de veinte años la edad de Enrique pero aceptó su adoración pública envolviéndola en una parafernalia parecida al amor cortés. Ella misma rodeó su persona y sus relaciones con Enrique de un halo de misterio confiriéndoles un carácter mitológico y sacro y transformando a la viuda ejemplar en diosa del Olimpo. Incluso se hizo retratar como Diana cazadora.

poitiers (4)Pero su biografía no es la que me llamó la atención, si no el descubrimiento hace unos pocos años de la verdadera causa de su muerte: un lento envenenamiento por oro. Ninguna mano enemiga estuvo detrás del fatal desenlace, ya que parece ser que la dama tomaba habitualmente pequeñas cantidades del mineral para permanecer joven.

La tradición francesa aseguraba que, en 1795, los restos momificados de la dama habrían sido enterrados en un terreno cerca de Anet -el lugar donde vivió- después de que el ataúd en el que reposaba su cuerpo fuera profanado durante la Revolución Francesa. En 2008, se descubre un cuerpo en ese lugar que parece corresponder a una mujer madura y coincide con las descripciones de sus contemporáneos.

poitiers (2)Uno de sus contemporáneos, Brantôme, había relatado que la joven (de quien alababa su gran belleza y lozanía) tomaba habitualmente oro disuelto en sus bebidas, como un elixir de la juventud. Los trabajos de investigación han constatado grandes concentraciones de oro en los residuos de tejido y de cabello de Diana y, al no tratarse de una reina cuya corona y joyas hubiesen podido contaminar esos cabellos, y no ser el oro un material empleado en la época para embalsamar, sólo pudieron encontrar una razón para estas altas concentraciones: podría corresponder a un síndrome de intoxicación crónica que podría provocar anorexia, náuseas, empobrecimiento del cabello, diarreas y una anemia que podría explicar la tez particularmente pálida de la amante del rey.

Así que una vez más las pequeñas historias, esas escondidas detrás de cada mirilla, detrás de cada alfeizar nos acercan a la verdadera realidad … Vamos a entrar que ya parece que está refrescando … Y ya sabéis … No es oro todo lo que reluce …

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